Hace décadas, en la era Huior, reinaba un dragón que buscaba atormentar al planeta con el objetivo de mantener cautivos a la humanidad.
Fue tanto la condena, que hubieron hombres que intentaron matarlo, pero este dragón hizo caso omiso y los limpió.
Quizás, en aquella era, no tuvieron suficientes agallas para limpiar su cobardia y confrontar al dragón, ya que muchas veces lo oblicuo derrama sabiduria y no todos se percatan de ellos.
Pero hubo un hombre que salió de las tinieblas y expandió un rito que tras un largo intento, logró castigar al dragón y mandarlo directo al inframundo a donde pertenecia con un solo hilo fino y bigote de color mestizo y se desintegró a sí mismo.
La leyenda dice que desde aquel entonces, todos los veranos tienen una pisca de viento helado que escala de norte a sur hasta desaparecer, haciendo referencia a que este hombre vigila la tierra para evitar que el dragón regrese.
