La GatitaLa Gatita

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La Gatita

Autor: Fernando Ezequiel Sanchez

A continuación veras un cuento infantil que tal vez que conmueva

Es el primero de muchos…

Es un pompón

Había una vez, un chico llamado Tobías, él vivía en una ciudad llamada Villa Árquela y todas las mañanas se iba hacia la escuela para mejorar su educación, debido que nació en una familia muy humilde.

Siempre se preguntaba si en algún momento de su vida iba hacer feliz, cuánto anhelaba que todas las cosas valieran la pena para disfrutar de la verdadera belleza que las personas intentan alcanzar -Vivir Bien- pero justamente su padre estaba por ser transferido hacia otro puesto de trabajo debiendo dejar la familia por un largo tiempo, (era militar) la madre no podía evitar la tristeza de su hijo, donde de repente aconsejo a Tobías para que pudiera hacerse amigos en la escuela, pero él no era tan sociable como parecía, ya que le gustaba estar solo, debido que siempre un chico (un poco más grande) llamado Gigante (era su apodo) solía molestarlo y robarle lo que llevaba para comer a la escuela.

Una tarde, Tobías estaba caminando por la calle, cuando ve a Gigante viniendo hacia él con un palo, pero al instante le dice porque quería golpearlo, fue entonces que se dio cuenta que era lo contrario, él brabucón estaba espantando a unos perros que habían pasado mucho antes que su persona.

Tobías respiro con alivio dirigiéndose nuevamente hacia su casa, pero algo tenía que suceder, puesto que no fue tan previsible para no darse cuenta que en un tronco había un gato bebé. Fue cuando la tomó y poniéndose en los brazos se pensó en un momento que era ideal para su compañía.

La madre estaba preocupada, eran las diez y media de la noche con la cena servida y el travieso no regresaba. 

Cuando Tobías estaba por entrar a la casa, no sabía qué hacer, suponía que la mamá de le iba a poner enojadiza; entonces tuvo una idea brillante que consistía dejarlo en el garaje, sabiendo que su padre no estaría por un breve periodo en la casa y que su madre casi nunca entra ahí.

Al entrar, Tobías observa un silencio el cual ya le decía todo, en la cocina estaba su plato en la mesa, cuando se acerca a comer dándose unas cuatro cucharadas aparece su mamá diciéndole a que se debía todo. Tobías no animaba a decirle la verdad, entonces le dijo que Noemí le había invitado pasar el día en su casa, la madre no muy convencida le toca el hombro dándole un beso y yéndose a dormir.

Tobías termina de comer dejando un poco y tomando una fuente con agua, se dirigió al garaje para alimentar al gato; mientras el animal comía, le empezó a acariciar y esté se pone de boca arriba dejándole ver que era hembra.

Al otro día, Tobías se va a la escuela un poco preocupado pensando que pasaría en caso de que la mamá entre al garaje y luego al regresar estar en graves problemas.

Finalizando la jornada escolar, toma su bicicleta y pedaleando bien rápido se dirige hacia su casa, pero desgraciadamente tuvo que toparse con Gigante, en el cual le hizo bajar del mismo pidiéndole dinero para el colectivo. Como siempre, Tobías tuvo que entregarle las pocas monedas que tenía y partió de inmediato.

Llegando al hogar, encuentra a su madre un poco seria, esté ya se imaginó todo mal que podía haber, entonces entrando, la saluda dándole un beso en el cachete y yéndose por las escaleras, la madre le pregunta donde estaba esa noche, ya que llamó a la mamá de Noemí y le dijo que no había estado en ese lugar. 

Tobías se puso un poco nervioso y le intentó decir otra cosa hasta que se escucho un rasguño y él se puso más tenso por que la madre se estaba dirigiendo hacia el lugar, fue cuando de pronto se le acercó para decirle la verdad; una vez que la mamá abrió la puerta, no vio nada raro, pero si unas arañadas en la puerta y sin decir nada le miró a Tobías y fue a planchar la ropa. Tobías espero que no lo viera y aprovecho de quedarse del otro lado para ver que hacia la gatita, por una extraña razón, no vio a la madre desde la ventana.

Cuando entro al garaje, (por el exterior) estaba su mamá y con la gata en los brazos preguntándole donde la encontró, en un par de minutos las cosas se fueron aclarando.

De pronto, Tobías preguntó si podía quedárselo para jugar con él, la madre con gusto acepto, pero le sugirió darle un baño y le regalo un moño de color rojo para luego ponérsela.

Después de bañarla,  la mamá le pregunto qué nombre le iba a poner, él escogió Flete, debido que su padre una vez hizo una mudanza a un vecino.

Gigante estaba fuera, tenía curiosidad de saber por qué Tobías aún no salía a dar una vuelta, cuando trepa el muro para espiar desde la ventana y observa que tenía un gatito de compañía. Fue donde tuvo la idea de arrebatársela para luego negociar.

Tobías estaba saliendo al patio y de pronto ve que los arbustos se movieron pero no le dio tanta importancia (era el brabucón que se cayó) al rato quiso dar una vuelta con su nueva mascota pero se acordó que Gigante le podía quitar y prefirió estar dentro de la casa, justamente se había largado una tormenta que a su vez; la madre había atendido el teléfono y era su padre quién llamaba para entregar una noticia a su familia.

FIN

 Espero que te haya gustado este cuento, es una historia un poco corta para niños.

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